Como sugiere el término, la investigación concluyente está destinada a proporcionar información útil para llegar a conclusiones o tomar decisiones. Suele ser de naturaleza cuantitativa, es decir, en forma de números que pueden cuantificarse y resumirse. Se basa tanto en datos secundarios, en particular bases de datos existentes que se vuelven a analizar para arrojar luz sobre un problema diferente al original para el que se constituyeron, como en investigación primaria, o datos recogidos específicamente para el estudio actual.

El propósito de la investigación concluyente es proporcionar una imagen fiable o representativa de la población mediante el uso de un instrumento de investigación válido. En el caso de la investigación formal, también pondrá a prueba las hipótesis.

La investigación concluyente puede subdividirse en dos grandes categorías: Investigación descriptiva o estadística y causal.

Investigación descriptiva

La investigación descriptiva o estadística proporciona datos sobre la población o el universo estudiado. Pero sólo puede describir el “quién, qué, cuándo, dónde y cómo” de una situación, no lo que la causó. Por lo tanto, la investigación descriptiva se utiliza cuando el objetivo es proporcionar una descripción sistemática lo más objetiva y precisa posible. Proporciona el número de veces que ocurre algo, o la frecuencia, y se presta a cálculos estadísticos como la determinación del número medio de ocurrencias o las tendencias centrales.

Una de sus principales limitaciones es que no puede ayudar a determinar las causas de un comportamiento, una motivación o un suceso concreto. En otras palabras, no puede establecer una relación de investigación causal entre variables.

Los dos tipos más comunes de diseños de investigación descriptiva son

Observación y

Las encuestas

Observación

De acuerdo con Altuve (1990), la observación es un método principal de recogida de datos por medios humanos, mecánicos, eléctricos o electrónicos. El investigador puede o no tener contacto o comunicación directa con las personas cuyo comportamiento se está registrando. Las técnicas de observación pueden formar parte de la investigación cualitativa y de la cuantitativa. Hay seis formas diferentes de clasificar los métodos de observación:

Observación participante y no participante

Dependiendo de si el investigador decide formar parte de la situación que estudia (por ejemplo, estudiar la interacción social de los grupos de turistas siendo un participante de la gira sería una observación participante)

Observación intrusiva y no intrusiva (o rastro físico)

Dependiendo de si los sujetos estudiados pueden detectar la observación (por ejemplo, los micrófonos o cámaras ocultas que observan el comportamiento y hacen auditorías de la basura para determinar el consumo son ejemplos de observación no intrusiva).

Observación en entornos naturales o artificiales

En los que se observa el comportamiento (normalmente de forma discreta) cuando y donde se está produciendo, mientras que en el entorno artificial se recrea la situación para acelerar el comportamiento

Observación encubierta y no encubierta

Según que los sujetos observados sepan o no que están siendo estudiados. En la observación encubierta, el investigador puede fingir ser otra persona, por ejemplo, “sólo” otro turista que participa en el grupo turístico, en lugar de que los demás miembros del grupo sean conscientes de que es un investigador.

Observación estructurada y no estructurada

Que se refiere a la utilización de directrices o de una lista de control para los aspectos del comportamiento que deben registrarse; por ejemplo, anotar quién inicia la conversación introductoria entre dos miembros del grupo turístico y qué palabras específicas se utilizan a modo de presentación.

Observación directa e indirecta

Dependiendo de si el comportamiento se observa en el momento en que se produce o a posteriori, como en el caso del visionado de la televisión, por ejemplo, donde la elección del programa y el cambio de canal pueden registrarse para su posterior análisis.

Datos Recogidos en la Observación

Los datos recogidos pueden referirse a un acontecimiento o a otro suceso más que a personas. Aunque normalmente se considera la observación del comportamiento no verbal, esto no es necesariamente cierto, ya que los comentarios y/o el intercambio entre las personas también pueden registrarse y se considerarían parte de esta técnica, siempre que el investigador no controle o manipule de algún modo lo que se dice. Por ejemplo, escenificar un encuentro típico de ventas y registrar las respuestas y reacciones del vendedor se consideraría una técnica de observación.

Ventajas de la Observación

Una clara ventaja de la técnica de observación es que registra el comportamiento real, no lo que la gente dice que dijo/hizo o cree que dirá/hará. De hecho, a veces el comportamiento real registrado puede compararse con sus declaraciones, para comprobar la validez de sus respuestas. Especialmente cuando se trata de comportamientos que pueden estar sujetos a cierta presión social (por ejemplo, las personas se consideran tolerantes cuando su comportamiento real puede ser mucho menor) o de respuestas condicionadas (por ejemplo, las personas dicen que valoran la nutrición, pero elegirán alimentos que saben que son grasos o dulces), la técnica de observación puede proporcionar más información que una técnica de encuesta real.

Por otro lado, la técnica de observación no nos proporciona ninguna información sobre lo que la persona puede estar pensando o lo que puede motivar un determinado comportamiento/comentario. Este tipo de información sólo puede obtenerse preguntando a las personas directa o indirectamente.

Cuestiones Éticas

Cuando se observa a las personas, sean o no conscientes de ello, surgen cuestiones éticas que el investigador debe tener en cuenta. Especialmente con los avances tecnológicos, las cámaras y los micrófonos han permitido recopilar una cantidad importante de información sobre el comportamiento verbal y no verbal de los clientes, así como de los empleados, que podría considerarse fácilmente como una invasión de la intimidad o un abuso, sobre todo si el sujeto no es consciente de estar siendo observado y, sin embargo, la información se utiliza para tomar decisiones que le afectan.

Técnicas de encuesta

La técnica de la encuesta consiste en la recogida de datos primarios sobre los sujetos, normalmente seleccionando una muestra representativa de la población o universo objeto de estudio, mediante el uso de un cuestionario. Según Ruiz (1995), es una técnica muy popular ya que se pueden recoger muchos tipos de información, incluyendo aspectos actitudinales, motivacionales, conductuales y perceptivos. Permite una estandarización y uniformidad tanto en las preguntas formuladas como en el método de acercamiento a los sujetos, lo que facilita enormemente la comparación y el contraste de las respuestas por grupos de encuestados. También garantiza una mayor fiabilidad que otras técnicas.

Si se diseñan y aplican correctamente, las encuestas pueden ser un medio eficaz y preciso para determinar la información sobre una población determinada. Los resultados pueden proporcionarse con relativa rapidez y, dependiendo del tamaño de la muestra y de la metodología elegida, son relativamente baratos. Sin embargo, las encuestas también tienen una serie de desventajas, que el investigador debe tener en cuenta a la hora de determinar la técnica de recogida de datos adecuada.

Información Proporcionada

Dado que en cualquier encuesta el encuestado sabe que está siendo estudiado, la información proporcionada puede no ser válida en la medida en que el encuestado desee impresionar (por ejemplo, atribuyéndose un nivel de ingresos o de educación más alto) o complacer (por ejemplo, al investigador proporcionando el tipo de respuesta que cree que el investigador está buscando) al investigador. Esto se conoce como error o sesgo de respuesta.

La voluntad o la capacidad de respuesta también pueden plantear un problema.

Tal vez la información se considere delicada o intrusiva (por ejemplo, información sobre los ingresos o las preferencias sexuales), lo que provoca un alto índice de rechazo. O tal vez la pregunta es tan específica que el encuestado no puede responder, aunque esté dispuesto (por ejemplo, “¿Cuántas veces durante el último mes ha pensado en un posible destino de vacaciones?”). Si las personas que se niegan a contestar son realmente diferentes de las que no lo hacen, se trata de un error de no respuesta o de un sesgo.Una redacción cuidadosa de las preguntas puede ayudar a superar algunos de estos problemas.

Influencia del Entrevistador

El entrevistador puede influir (inadvertidamente) en la respuesta obtenida a través de los comentarios realizados o haciendo hincapié en determinadas palabras de la propia pregunta. En las encuestas, el entrevistador también puede introducir un sesgo a través de las expresiones faciales, el lenguaje corporal o incluso la ropa que se lleva. Esto se conoce como error o sesgo del entrevistador.

Tasa de Respuesta

Otra consideración es la tasa de respuesta. Dependiendo del método elegido, la longitud del cuestionario, el tipo y/o la motivación del encuestado, el tipo de preguntas y/o el tema, la hora del día o el lugar, y si se informó a los encuestados de que esperaban la encuesta o se les ofreció un incentivo, todo ello puede influir en la tasa de respuesta obtenida. Un diseño adecuado del cuestionario y la formulación de las preguntas pueden contribuir a aumentar el índice de respuesta.

Investigación causal

Si el objetivo es determinar qué variable puede estar causando un determinado comportamiento, es decir, si existe una relación de causa y efecto entre las variables, hay que realizar una investigación causal. Para determinar la causalidad, es importante mantener constante la variable que se supone que causa el cambio en la(s) otra(s) variable(s) y luego medir los cambios en la(s) otra(s). Según Cook y Reichadt (2000), ste tipo de investigación es muy compleja y el investigador nunca puede estar completamente seguro de que no haya otros factores que influyan en la relación causal, especialmente cuando se trata de las actitudes y motivaciones de las personas. A menudo hay consideraciones psicológicas mucho más profundas, de las que incluso el encuestado puede no ser consciente.

Hay dos métodos de investigación para explorar la relación de causa y efecto entre variables:

La experimentación y la

La simulación

Experimentación

Una forma de establecer la causalidad entre variables es mediante el uso de la experimentación. Este método altamente controlado permite al investigador manipular una variable independiente específica para determinar el efecto que esta manipulación tendría sobre otras variables dependientes. La experimentación también requiere un grupo de control y un grupo de experimentación, y los sujetos se asignan al azar a cualquiera de los dos grupos.

El investigador puede decidir además si el experimento debe tener lugar en un laboratorio o en el campo, es decir, en un entorno “natural” en lugar de uno “artificial”. La investigación en laboratorio permite al investigador controlar y/o eliminar el mayor número posible de variables intervinientes. Por ejemplo, la decoración del restaurante podría influir en la respuesta a una prueba de sabor, pero un entorno neutro permitiría eliminar esta variable extraña.

El diseño experimental es una investigación concluyente de carácter primario. La experimentación es una técnica de investigación cuantitativa, pero dependiendo de cómo se establezca el experimento, puede relacionarse más con la observación que con la comunicación directa.

Simulación

Otra forma de establecer la causalidad entre variables es mediante el uso de la simulación.

Se utiliza un sofisticado conjunto de fórmulas matemáticas para simular o imitar una situación de la vida real. Al cambiar una variable de la ecuación, es posible determinar el efecto sobre las demás variables de la ecuación.

En el sector de la hostelería y el turismo, la simulación por ordenador y la creación de modelos se utilizan muy poco. Su uso suele limitarse a unos pocos estudios de impacto y previsión poco frecuentes.

El diseño de la simulación es una investigación concluyente de carácter secundario. La simulación es una técnica de investigación cuantitativa.

Principales diferencias entre el diseño concluyente y el exploratorio

Hay que señalar que la investigación concluyente tiene más probabilidades de utilizar pruebas estadísticas, técnicas analíticas avanzadas y tamaños de muestra más grandes, en comparación con los estudios exploratorios. La investigación concluyente tiene más probabilidades de utilizar técnicas cuantitativas que cualitativas. La investigación concluyente sirve para proporcionar una imagen fiable o representativa de la población mediante la aplicación de un instrumento de investigación válido.

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Referencias Bibliográficas

Altuve, S.(1990). Metodología de la Investigación. Módulo Instruccional. Caracas: Universidad Experimental Simón Rodríguez.

Cook, T. y Reichadt, Ch (2.000) Métodos cualitativos y cuantitativos en investigación evaluativa. Madrid: Editorial Morata

Ruiz, J. (1.995) “El Estudio de Casos, una estrategia para el análisis del uso de Nuevas Tecnologías de la Información en Educación”. En López-Barajas y Montoya A., M. (1.995) El Estudio de Casos. Fundamentos y Metodología. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia

Investigación Concluyente

Investigación Concluyente. Foto: Unsplash. Créditos: Brad Neathery @bradneathery

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