Las políticas de Envejecimiento Activo deben abordarse a lo largo de la vida de las personas. No sólo a partir de su jubilación. Esto se desprende de las conclusiones de la tesis doctoral de Ana Belén Cuesta Ruiz Clavijo, considerando esta etapa en clave de derechos y no de tutela o cuidados.
Ana Belén Cuesta Ruiz–Clavijo ha obtenido el grado de doctora tras la defensa de su tesis ‘Estudio del Envejecimiento Activo desde la perspectiva del Trabajo Social’. Fue Desarrollada en el Departamento de Derecho de la Universidad de La Rioja. Estuvo realizada en el marco del programa 282D Doctorado en Derecho y Cambio Social (Real Decreto 99/2011). Ha sido dirigida por Esther Raya Díez y ha logrado la calificación de sobresaliente ‘cum laude’.
Contexto de la Tesis Doctoral
De acuerdo con la investigación, el concepto y los modelos de envejecimiento han ido evolucionando hacia modelos más integrales, multidimensionales y transversales. Así surge el concepto de envejecimiento activo (OMS, 2002), definido como «el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad en orden a mejorar la calidad de vida de las personas que envejecen».
Por ello, según la autora consideramos necesario conocer y analizar las distintas políticas que se están llevando a cabo en España con la finalidad de promover el envejecimiento activo. Al respecto, es necesario llevar a cabo esta propuesta tanto a nivel estatal, dentro de la “Estrategia Nacional de Personas Mayores para el Envejecimiento Activo” (2018-2021) como a nivel autonómico, a través de los diferentes Planes Autonómicos de Envejecimiento Activo y/o Personas Mayores.
Objetivos de la Investigación
El envejecimiento de la población constituye un reto para la sociedad y al mismo tiempo una oportunidad, tanto para responder a las necesidades sociales de este grupo de población tan heterogéneo como para incorporar los factores positivos que aportan socialmente. La investigación tiene así una doble finalidad.
La primera consiste en ahondar en la vinculación existente entre trabajo social y envejecimiento activo. Para ello se toman como referencia los determinantes y principios del envejecimiento activo y del trabajo social. De la misma manera, se consideran los niveles de intervención y las funciones desempeñadas por este colectivo profesional, y se observan los espacios comunes y diferenciadores. La segunda consiste en exponer los retos profesionales que devienen del análisis anterior y permiten promover el envejecimiento activo por parte de los profesionales del trabajo social.
Análisis de la Investigación
Para alcanzar estos objetivos la autora realizó un análisis comparativo de los diferentes planes y estrategias. Estudió los objetivos, principios, líneas de actuación y las medidas en las que se concreta cada una de las líneas. Como resultado presentó los elementos comunes de los mismos y los aspectos diferenciadores, llegando a identificar “vacíos” o áreas sin cubrir de las políticas de envejecimiento.
Según la autora, los datos indican que, en España, el porcentaje de población mayor de 65 años, que en el 2014 se situaba en el 18,2%, según la Proyecciones de población2014-2064, pasará a ser del 24,9% en 2029 y del 38,7% en 2064. La esperanza de vida al nacer podría alcanzar los 84,0 años en los varones y los 88,7 en las mujeres en 2029. Esto supone una mejoría respecto a los valores actuales de 4,0 y de 3,0 años, respectivamente.
Propuestas de la Tesis Doctoral
En su tesis doctoral, Ana Belén Cuesta apunta varias propuestas. Lo ha hecho tras realizar una revisión bibliográfica, analizar las estrategias existentes y estudiar los discursos de las profesionales. Fue realizada con el fin de mejorar las políticas, programas y servicios dirigidos a promover el Envejecimiento Activo desde la perspectiva del Trabajo Social.
En este sentido, la doctora Cuesta Ruiz–Clavijo considera que deben implementarse proyectos intergeneracionales, acciones de formación y sensibilización. Estas acciones contribuirán a mejorar la imagen social de las personas mayores.
«La lucha contra la discriminación por razón de edad es un elemento clave que ha de realizarse de manera multidimensional. Es fundamental la presencia de políticas y estrategias de envejecimiento que promuevan la inclusión social de todas y cada una de las personas mayores», señala Ana Belén Ruiz Clavijo.
Premisas del Planteamiento
La premisa de este planteamiento es la participación de las personas mayores. Primero en un sentido amplio, tanto en los procesos de toma de decisiones y de configuración de las políticas y/o programas. Igualmente en las cuestiones que les afectan en su dinámica diaria.
Esto implica considerar «esta etapa vital en clave de derechos y no en clave de tutela o cuidados», añade la doctora Ruiz Clavijo. Se debe poner el foco en «la atención centrada en la persona, el desarrollo comunitario y el trabajo en red. Ejemplo de ello son todas aquellas experiencias que contribuyen a que las personas mayores envejezcan en su medio. Esto pasa por el fortalecimiento de los servicios de proximidad y por el desarrollo de entornos accesibles y amigables».
Hallazgos de la Tesis Doctoral
Las personas mayores, como sujetos de derechos, son un colectivo de intervención en el que la figura de Trabajo Social se encuentra presente. Tanto en espacios institucionales como geriátricos, en espacios comunitarios como clubs y asociaciones de jubilados, y en espacios familiares como el servicio de atención a domicilio. Esta capacidad del Trabajo Social para integrar su labor en el entorno de las personas mayores permite detectar tanto la fragilidad como la vulneración de sus derechos. Esta situación debe ser visibilizada. Así como proporcionar el cauce y elementos necesarios para la restitución de dichos derechos.
La tesis advierte de que «los profesionales del Trabajo Social disponen de herramientas y habilidades para trabajar junto a las personas mayores y favorecer su participación efectiva».
Esto implica las funciones y priorizar el acompañamiento, la prevención, la promoción y la función reivindicativa. Por otra parte, se debe disminuir el peso de las tareas administrativas y la burocratización del trabajo. De la misma manera, se debe fomentar la motivación de las profesionales para un desarrollo creativo de su práctica.
Conclusiones
La normativa vigente, como sustentadora de los principios de bienestar y garante del respeto y protección a todas las personas por el mero hecho de serlo, continúa limitada presentando dificultades prácticas en la consecución del derecho de ciudadanía de las personas mayores. Finalmente, teniendo en cuenta la esencia, principios, objetivos y funciones del Trabajo Social, esta es una de las disciplinas con competencias para promover el mejor envejecimiento posible. Esto es importante en el nuevo marco que se abre con la reciente aprobación de la Década del Envejecimiento saludable 2020-2030 (OMS, 2020).
Es pues, la figura del Trabajo Social, el agente social clave para la interconexión de los espacios normativos y pragmáticos. Así es el eslabón garante de la universalidad y protección de la ciudadanía, especialmente de las personas mayores como colectivo frágil y vulnerable.
Ana Belén Cuesta Ruiz Clavijo ha desarrollado su tesis doctoral compaginando su investigación doctoral con la docencia en el Grado en Trabajo Social de la Universidad de La Rioja. En 2020 realizó una estancia en el Instituto de Investigación Social Avanzada I-COMMUNITAS de la UPNA.
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Fuente: nuevecuatrouno