La dicción es como un hablante articula sus palabras en voz alta. Una buena dicción garantiza que las palabras habladas sean claras mediante el uso de la pronunciación, el tono y la enunciación correctos. Al mejorar tu dicción, puede aumentar la calidad de tu discurso, lo que facilita que otros comprendan tu mensaje y se relacionen con él.

¿Por qué es tan importante la dicción?

Las dos áreas principales a considerar al mejorar tu dicción son el rendimiento y la técnica.

El Rendimiento

En la mayoría de los casos estás contando una historia o compartiendo pensamientos con tu audiencia. Por lo tanto, es vital que los oyentes puedan distinguir lo que dices para que entiendan de qué trata tu discurso y cuál es el mensaje.

Si tu dicción no es clara, el discurso se vuelve insignificante y olvidable. Esto te pone en gran riesgo de perder a aquellos que te están mirando y escuchando, cuando lo que realmente quieres hacer es involucrar a la audiencia.

Algunos oradores crean un estilo particular y adoptan pronunciaciones inusuales y únicas, particularmente con las vocales. Pero donde sea que te lleven tus decisiones, asegúrate de incorporar la práctica de dicción en tu rutina.

La Técnica

Desde el punto de vista de la técnica, seguramente has podido notar que en algunas personas las palabras son arrastradas, murmuradas y con un sonido muy perezoso. Las causas más comunes de esto pueden ser todas o cualquiera de las siguientes: forma de la boca, ubicación de la lengua, músculos externos alrededor de la mandíbula o internos en la laringe, la forma en que respira o la elección del estilo.

Mejorando la claridad

Trabajar para mejorar la claridad de las vocales y las consonantes y, por lo tanto, la enunciación de las sílabas, puede tener un gran impacto en tu discurso. Un gran consejo es mantenerte fiel a tu propia voz y mejorar tu dicción.

Cuando hablas de manera informal, rara vez aprietas o tensas las cuerdas vocales o te vuelves demasiado confuso y entrecortado. Esto se debe a que está usando tu voz de la manera más natural sin tratar de manipular los músculos para agregar un estilo vocal que desequilibre tu voz.

Si tienes tendencia a apresurarte y balbucear tu discurso, encontrarás que al trabajar en tu dicción, tu discurso ante un público más grande también mejorará.

3 beneficios de mejorar tu dicción

La buena dicción es importante por muchas razones. Aquí hay tres beneficios para tomar en cuenta:

Mejorar tu confianza

Cuando te sientes bien con tu voz al hablar en público, puedes sentirte más seguro al expresar ideas, conocer gente nueva y comunicarte con los demás. También puede motivarte a tomar riesgos o enfrentar desafíos mientras mejora tu satisfacción con tus estudios, tu trabajo y tus relaciones en general.

Conectarse con otros

Sentirse seguro de tu voz al hablar puede motivarte a comunicarse con los demás más a menudo. La buena dicción te ayuda a explicar tus ideas, preocupaciones y expectativas de manera clara y efectiva a tu audiencia. La claridad de la comunicación tiene beneficios, ya sea que interactúes con una audiencia durante un evento de oratoria como tu defensa de tesis por ejemplo, te reúnas con un profesor o tutor para desarrollar un proyecto o te entrevistes para un nuevo puesto de trabajo.

Causar una primera impresión positiva

Hablar con buena dicción puede ayudarte a causar una buena primera impresión con profesores, compañeros de estudio, gerentes y otros tipos de audiencias más amplias. Cuando hablas claramente y con el tono correcto, puede ayudar a que otros te perciban como alguien seguro, informado y digno de confianza. Usar una buena dicción puede ayudarte a expresar sus ideas de manera clara, eficiente y efectiva.

Cómo mejorar tu dicción

Mejorar tu dicción puede llevar tiempo y práctica. Aquí hay algunos consejos para mejorar tu dicción con ejercicios que te ayudarán a aumentar la calidad de tu discurso:

Practica trabalenguas

Un trabalenguas es una serie de palabras que usan patrones de sonidos similares que requieren diferentes posiciones de la lengua para producirlos. Decir trabalenguas puede ayudarte a aprender a articular sonidos complicados al requerir que te concentres en cada sonido mientras hablas. Como ejercicio diario, puedes adquirir el hábito de practicar uno nuevo cada día. Cuando practiques, tómate tu tiempo y observa dónde está tu lengua en tu boca mientras produces cada sonido.

Leer en voz alta

Cuando leas un libro o un artículo, prueba a decir las palabras en voz alta y concéntrate en cómo suena, qué palabras son fáciles de pronunciar y cualquier palabra o frase que te desafíe. Esta puede ser una gran manera de practicar hablar sin una audiencia. Leer en voz alta puede ser una estrategia útil porque puede ser más fácil concentrarte cuando estás solo y en cómo dices las cosas cuando no estás pensando en qué decir.

Controla tu ritmo

Cuando hables, sé consciente de tu ritmo. Algunas personas pueden hablar más rápido cuando se sienten nerviosas, lo que puede hacer que el discurso sea más difícil de entender para los demás. Presta atención a la velocidad de tus oraciones y reduce la velocidad para que completes cada palabra antes de decir la siguiente. Al reducir la velocidad, ayuda a tu audiencia a escuchar y comprender completamente cada palabra.

Exagera los movimientos de la boca

Para ayudarte a comprender cómo los movimientos de tu lengua, labios y mandíbula afectan tu habla, practica repetir una oración, frase o palabra mientras mueves la boca de diferentes maneras. Puede resultarte útil probar este ejercicio frente a un espejo. Elige una oración o frase y repítela varias veces. Trata de decirlo con movimientos exagerados de la boca o sin apenas mover la boca. Presta atención a cómo cambian los sonidos dependiendo de cómo son estos movimientos.

Usa ejercicios para fortalecer tus músculos faciales

A veces, las debilidades de los músculos faciales pueden interferir con la dicción. Puede ser útil practicar ejercicios que trabajen los músculos de la boca y la mandíbula para fortalecerlos. El uso de estos ejercicios también puede ser útil si necesitas hacer una presentación. Al igual que cualquier otro músculo, los músculos que se usan para hablar pueden cansarse cuando los usas, lo que puede disminuir la claridad de tu habla durante una conversación prolongada. Para asegurarte de que tu discurso permanezca claro durante una presentación larga, es posible que debas fortalecer los músculos faciales con suficiente antelación.

Controla tu respiración

Un buen control de la respiración es importante para hablar con claridad. Muchos artistas profesionales, como cantantes y actores, practican técnicas de respiración para mejorar su control de la respiración en el escenario. Un método para asegurarse de respirar profundamente es colocar una mano sobre el pecho y la otra mano sobre el estómago. Cuando inhalas, la mano sobre tu estómago se mueve mientras la otra permanece en tu lugar. Esto muestra que estás respirando profundamente, lo que puede ayudarte a hablar de una manera mucho más clara.

Imita a los buenos oradores

Otra estrategia para mejorar tu forma de hablar es observar cómo hablan los demás. Algunos excelentes oradores públicos pueden ser políticos, celebridades o conferencistas. Elige un orador que sea eficaz para dar presentaciones y estudia su forma de hablar. Presta atención a su respiración, tono, ritmo y gestos. Puede elegir unos minutos o un pasaje de un discurso que te llame la atención y practica imitándolo. Trata de copiar su tono y técnicas y reflexiona sobre qué cualidades lo convierten en un orador eficaz. Al identificar las características que hacen que otros oradores sean efectivos, puedes practicar la inclusión de esas habilidades en tus propios discursos.

Prepárate con anticipación

Cuando te sientas seguro y preparado para una presentación, discurso o entrevista, esto también puede mejorar tu dicción. Sentirte cómodo con el contenido de tu material puede permitirte concentrarte más en tu presentación. Antes de la misma, prepárate escribiendo notas y ensayando solo o frente a familiares, amigos y compañeros de la universidad. Si es el caso de una entrevista, por ejemplo, puedes prepararte investigando el negocio para el que esperas trabajar y practicando tus respuestas a las preguntas comunes de una entrevista.

Grábate

Cuando practiques para una presentación, puede resultarte útil grabarte dando tu discurso. Escucha la grabación para identificar las fortalezas en tu forma de hablar y áreas para mejorar. Esta estrategia puede ayudarte a encontrar patrones y hábitos en tu discurso personal que puedes abordar a través de la práctica y los ejercicios.

Usa constantemente un diccionario

Es importante saber que cuando estás familiarizado con un diccionario, siempre puedes buscar las palabras más difíciles, obtener el significado y la pronunciación. Si puedes usarlo con frecuencia, aparte del hecho de que aumentará el nivel de tu léxico, también te ayudará a pronunciar las palabras correctamente con la transcripción dada para las mismas.

Asistir a capacitaciones y seminarios

Esta es una necesidad ya que le permite conocer los conceptos básicos y fundamentales para hablar bien y convertirse en un buen orador. Desde los saludos, los sonidos de las vocales y las consonantes, el lugar y la forma de articulación de cada sonido, el entrenamiento ayuda a proporcionar la base para la dicción. En la capacitación, los participantes tienen la oportunidad de grabar lo que dice el orador para mejorar el aprendizaje.

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