La investigación narrativa es un término que engloba un grupo de enfoques que, a su vez, se basan en las palabras escritas o habladas o en la representación visual de los individuos. Estos enfoques suelen centrarse en la vida de los individuos contada a través de sus propias historias.

El énfasis de estos enfoques está en la historia, normalmente tanto en el qué como en el cómo se narra.

La investigación narrativa puede considerarse tanto un método de investigación en sí mismo como el fenómeno que se estudia.

Los métodos narrativos pueden considerarse “medidas del mundo real” que son apropiadas cuando se investigan “problemas de la vida real”.

En un enfoque lineal básico, abarcan el estudio de las experiencias de un solo individuo abarcando historias de la vida y explorando el significado aprendido de esas experiencias individuales. Sin embargo, en la mayoría de los casos se crea un conjunto de narrativas, cada una de las cuales influye en las demás.

¿Qué es la Narrativa?

La narrativa se considera “el esquema primario por el que la existencia humana adquiere sentido” (Polkinghorne, 1988, p. 1). Siguiendo esta línea de pensamiento, la experiencia humana siempre está narrada. La investigación narrativa se centra, en consecuencia, en cómo los individuos asignan significado a sus experiencias a través de las historias que cuentan. Según Carter (1993), los seres humanos llegan a comprender el dolor o el amor o la alegría de forma particularmente rica a través de los personajes e incidentes con los que nos familiarizamos en las novelas o las obras de teatro.

La riqueza y los matices no pueden expresarse en definiciones o proposiciones abstractas. Sólo pueden demostrarse o evocarse a través de la narración. Por tanto, las narraciones están inevitablemente ligadas al lenguaje. La narración de la experiencia es algo natural, como el aprendizaje de un idioma. Esto significa que los niños pequeños aprenden a contar todo tipo de narraciones, cortas y largas, a medida que van dominando el lenguaje.

A medida que los niños experimentan a través de la participación en todo tipo de eventos sociales en sus infinitas variedades, también aprenden a contar historias sobre ellos. De este modo, aprenden gradualmente qué tipo de significado ha impuesto la cultura a los distintos acontecimientos. Así pues, la narración de historias como forma de relatar y crear un orden a partir de la experiencia comienza en la infancia y continúa a lo largo de todas las etapas de nuestra vida. Cuando los profesores hablan de su vida como tales, se apropian naturalmente de una estructura narrativa.

La Evolución de los Relatos

Los relatos no pueden considerarse simplemente como estructuras abstractas aisladas de su contexto cultural. Hay que considerarlas como arraigadas en la sociedad y como experimentadas e interpretadas por los individuos en entornos culturales. Por tanto, el conocimiento humano y las identidades personales se construyen y revisan continuamente. La experiencia del mundo, al igual que la percepción que cada persona tiene de sí misma, es una narrativa en continuo desarrollo que se forma y cambia de forma constantemente. Aquí el conocimiento humano se considera una pluralidad de pequeñas narrativas, de carácter local y personal, que siempre están en construcción.

No existe una realidad única, dominante o estática, sino una serie de realidades que se construyen en el proceso de interacciones y diálogos. El conocimiento humano del mundo es, pues, relativo. Depende de las experiencias pasadas y presentes del individuo, de sus valores, de las personas a las que se cuentan las historias (los destinatarios) y de cuándo y dónde se cuentan. Bruner (1984) sostenía que uno siempre crea o escucha una narrativa en función de sus experiencias vitales y de sus antecedentes. Aunque la investigación desde esta perspectiva quizás tenga la capacidad de producir algún tipo de visión auténtica sobre la realidad, se rechaza la creencia en la posible consecución de una realidad o verdad objetiva.

La investigación narrativa se establece por la validación de la audiencia

Es una parte útil de la investigación en ciencias sociales, pero no siempre puede servir por sí sola como prueba y apoyo a las conclusiones de un informe.

Tanto si forma parte de una gran presentación como si es una investigación independiente, debe aceptarse por sus propios méritos como experiencia individual y la interpretación de la misma. Se plantea la cuestión de la exactitud del relato visto objetivamente, aunque haya que considerarlo en su contexto sociocultural. La narración ofrece el punto de vista individual para que se acceda a él por sus propios méritos. Esta validación es posible mediante la corroboración de otra narración.

Mientras que algunos tipos de análisis cualitativo tienen un conjunto de procedimientos estándar, la investigación narrativa es cuestionable en este sentido. Uno de los puntos débiles del estudio de las narraciones es que el texto es, por su propia naturaleza, lingüísticamente subjetivo, es decir, difícil de acceder cuantitativamente de forma objetiva, ya que es subjetivo, es decir, tiene un significado personal.

El proceso de investigación narrativa

Una de las principales características de la investigación narrativa es el proceso de colaboración entre el investigador y sus sujetos de investigación. Dentro de este enfoque, el sujeto de investigación se considera un colaborador más que un informante guiado por la agenda del investigador (Altork, 1998). Por este motivo, prefiero el término sujeto de investigación en lugar del más tradicional de informante. Otros términos usados son colaborador o participante.

En la investigación narrativa, los relatos de la experiencia se configuran a través de conversaciones con el sujeto de investigación en un diálogo. Se pueden utilizar varios métodos de recogida de datos, ya que el investigador y los sujetos de la investigación trabajan juntos en esta relación dialógica de colaboración. Los datos pueden adoptar la forma de notas de campo; registros de diarios; transcripciones de entrevistas; observaciones propias y ajenas; narración de historias; redacción de cartas; escritura autobiográfica; documentos como planes escolares y de clase, boletines y otros textos, como normas y principios; e imágenes (Connelly y Clandinin, 1990). A esta lista, se pueden añadir las grabaciones de vídeo, ya que también son datos útiles en la investigación narrativa.

Aunque otros enfoques de investigación cualitativa, como los estudios de casos, las biografías, los estudios fenomenológicos, los estudios de teoría fundamentada y los estudios etnográficos, se describen con detalle, la literatura sobre la investigación narrativa parece ser bastante vaga en cuanto a los procedimientos concretos de indagación.

Debates sobre el enfoque de la investigación narrativa

La primera es la relación entre el investigador y sus sujetos de investigación. La segunda es cómo se desarrolla una narración a partir de una historia experimentada y contada oralmente hasta llegar a un texto escrito, y la tercera es la naturaleza hermenéutica o interpretativa de la investigación narrativa.

Varios investigadores se han interesado por la naturaleza colaborativa y dialógica de la relación entre el investigador y sus sujetos de investigación. Lo que parece ser importante cuando se discute esta cuestión es la necesidad de tiempo y espacio para desarrollar una situación de cuidado en la que tanto el investigador como los sujetos de la investigación se sientan cómodos.

También se ha afirmado que una actitud sin prejuicios y un sentido de igualdad entre los participantes es particularmente importante en la indagación narrativa, porque los profesores han experimentado tradicionalmente que no tienen voz propia en el campo de la investigación educativa y pueden encontrar difícil sentirse capacitados para contar sus historias. Lo ideal es que el narrador y el investigador alcancen una comprensión intersubjetiva conjunta de las narraciones que se producen durante el proceso de investigación (Connelly y Clandinin, 1990).

Dilemas Presentados en la Investigación Narrativa

Sin embargo, puede producirse un dilema si el investigador y los sujetos de la investigación interpretan determinados acontecimientos de forma diferente o si los sujetos de la investigación cuestionan la autoridad interpretativa del investigador. Estrechamente relacionada con este dilema está la cuestión de si los sujetos de la investigación tienen siempre una mejor apreciación de sus acciones que el observador externo.

¿Deben aceptarse siempre los relatos de los individuos cuyas costumbres o acciones se están explicando como el relato “correcto” del fenómeno en cuestión? Según Phillips (1997), es difícil saber si un relato concreto es un reflejo de los hechos del caso o si ha sido moldeado por el narrador. En mi opinión, el dilema planteado aquí podría y debería resolverse incluyendo en el informe de investigación tanto el punto de vista del investigador como el del sujeto de la investigación. Tal vez de este modo, la multiplicidad de voces de la narración aparecería con mayor claridad que si el investigador y el sujeto de la investigación tuvieran una comprensión conjunta de las narraciones que se producen durante el proceso de indagación.

Métodos de Recogida de Datos

Se pueden utilizar varios métodos de recogida de datos, ya que el investigador y los sujetos de la investigación trabajan juntos en esta relación dialógica de colaboración. Los datos pueden adoptar la forma de notas de campo; registros de diarios; transcripciones de entrevistas; observaciones propias y ajenas; narración de historias; redacción de cartas; escritura autobiográfica; documentos como planes de estudio y de clase, boletines y otros textos, como normas y principios; e imágenes. A esta lista hay que añadir las grabaciones de audio y vídeo, ya que también son datos útiles en la investigación narrativa.

El fundamento sociocultural de la investigación narrativa

Durante siglos, los eruditos han estudiado y se han preguntado sobre el desarrollo de los seres humanos, lo que ha dado lugar, como es lógico, a una serie de teorías. Encontramos modelos que enfatizan la importancia del entorno para el desarrollo de los individuos y, por otro lado, encontramos teorías que se centran en cómo el desarrollo es impulsado por una maduración biológica interna de los individuos. Ambos enfoques representan las epistemologías tradicionales.

El constructivismo social introduce teorías alternativas sobre el desarrollo de los seres humanos. Aunque existen diferentes versiones del constructivismo social, lo que tienen en común es la creencia de que los individuos aprenden y se desarrollan a través de la participación en actividades sociales en el mundo. La sociedad -o el mundo, en su caso- ejerce una influencia continua sobre el individuo o la mente, y viceversa. Los seres humanos aprenden y se desarrollan en estos procesos mutuos entre el individuo y la sociedad. De este modo, queda abolido el dualismo entre el individuo y su entorno social, o lo que se denomina el problema mente-mundo (Prawat, 1996). La teoría sociocultural es una versión del constructivismo social que conecta las entidades mente y mundo.

Tres afirmaciones básicas sobre la investigación narrativa

En la literatura sobre el enfoque de la investigación narrativa, encontramos tres fundamentos básicos, o afirmaciones. Ya hemos visto la primera afirmación en la introducción de este artículo: que los seres humanos organizan sus experiencias del mundo en narraciones. En segundo lugar, los investigadores de la narrativa sostienen que las historias que se cuentan dependen de las experiencias pasadas y presentes del individuo, de sus valores, de las personas a las que se les cuentan las historias, de los destinatarios y de cuándo y dónde se cuentan. La tercera afirmación, estrechamente relacionada con la segunda, se refiere a la multiplicidad de voces que se produce en las narraciones.

Uso Actual de la Investigación Narrativa

La investigación narrativa se utiliza cada vez más en los estudios de la práctica y la experiencia educativas, principalmente porque los profesores, como todos los demás seres humanos, son narradores que individual y socialmente llevan vidas narradas (Connelly y Clandinin, 1990). La investigación narrativa es, pues, el estudio de cómo los seres humanos experimentan el mundo, y los investigadores narrativos recogen estas historias y escriben relatos de la experiencia.

Aunque la investigación narrativa es una rama relativamente nueva dentro de la tradición de la investigación cualitativa o interpretativa, ya se ha escrito mucho sobre el tema. Al leer sobre las narrativas y la investigación narrativa, uno se queda con la impresión de que el foco de atención se vuelve difuso, extendiéndose en muchas direcciones: Muy a menudo, el concepto de narrativa se utiliza en relación con la forma de representar un estudio de investigación cualitativa.

Así, se sostiene que un estudio de caso, un estudio biográfico, un estudio fenomenológico o un estudio etnográfico pueden tener una forma de representación narrativa. La representación narrativa parece estar especialmente relacionada con las biografías y autobiografías de los profesores. Dentro de esta tradición, parece incluso que los términos biografía y narrativa se utilizan como sinónimos. Algunos investigadores se han centrado en el enfoque narrativo como método de indagación, un género de investigación situado dentro de la familia de la investigación cualitativa o interpretativa. Otros han afirmado que el enfoque narrativo no es un método sino, más bien, un marco de referencia en un proceso de investigación, en el que las narrativas se consideran productoras y transmisoras de la realidad.

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Referencias Bibliográficas

Polkinghorne, D. E. (1988). Narrative knowing and human sciences. New York: State University of New York Press.

Carter, K. (1993). The place of story in research on teaching and teacher education. Educational Researcher, 22(1), 5–12.

Connelly, M. F., Clandinin, J. D. (1990). Stories of experience and narrative inquiry. Educational Researcher, 19(5), 2–14.

Phillips, D. (1997). Telling the truth about stories. Teaching and Teacher Education, 13(1), 101–109.

Prawat, R. S. (1996). Constructivism, modern and postmodern. Educational Psychologist, 31(3/4), 191–206.

Investigación Narrativa

Investigación Narrativa. Foto: Unsplash. Créditos: Alexis Brown @alexisrbrown

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