En algunas clases y especialmente para tu Tesis de Grado, la redacción de investigación es sólo una parte de lo que se exige en cuanto a la presentación del trabajo. Es posible que tu profesor o tutor también te pida que hagas una presentación oral sobre tu estudio. A continuación, te indicamos algunas cosas en las que debes pensar antes de que tengas que hacer una presentación.

 ¿Qué debo decir?

Si tu profesor o tutor no ha indicado explícitamente en qué debe centrarse el contenido de tu presentación, piensa en lo que quieres conseguir y en lo que consideras que es lo más importante que los miembros de la audiencia deben saber sobre tu estudio. Piense en lo siguiente: ¿Quiero informar a mi audiencia, inspirarles a pensar en mi investigación o convencerles de un punto de vista concreto? Estas preguntas te ayudarán a enmarcar cómo enfocar el tema de tu presentación.

La comunicación oral es diferente a la escrita

El público sólo tiene una oportunidad de escuchar tu charla; no puede “releer” tus palabras si se confunde. Concéntrese en ser claro, sobre todo si el público no puede hacer preguntas durante la charla. Hay dos formas muy conocidas de comunicar tus puntos con eficacia. La primera es el método K.I.S.S. [Keep It Simple Stupid]. Centra tu presentación en transmitir dos o tres puntos clave. El segundo método consiste en repetir los puntos clave: diles lo que vas a decirles [previsión], díselo [explicación] y luego diles lo que acabas de decirles [resumen].

Piensa en tu audiencia

Sí, quieres demostrar a tu profesor que has realizado un buen estudio. Pero los profesores suelen pedir a los estudiantes que hagan una presentación oral para practicar el arte de la comunicación y aprender a hablar de forma clara y audible sobre ti y tu investigación. Entre las preguntas que hay que plantearse están las siguientes ¿Qué conocimientos previos tienen sobre mi tema? ¿Tiene el público algún interés particular? Cómo voy a involucrarlos en mi presentación?

Crear notas eficaces

Si no tienes notas a las que referirte mientras hablas, corres el riesgo de olvidar algo importante. Además, si no tiene notas, aumenta la posibilidad de que pierda el hilo de sus ideas y empiece a leer las diapositivas de la presentación. Piensa en la mejor manera de crear notas que puedas consultar fácilmente mientras hablas. Esto es importante. No hay nada que distraiga más a la audiencia que un orador que va a tientas con sus notas mientras intenta hablar. Da la impresión de estar desorganizado y poco preparado.

Una buena estrategia es tener una página de notas para cada diapositiva, de modo que el acto de consultar una nueva página le ayude a recordar que debe pasar a la siguiente. Esto también crea una pausa natural que permite a tu audiencia contemplar lo que acabas de presentar.

Estrategias para crear Notas Eficaces

Entre las estrategias para crear notas eficaces para ti mismo se encuentran las siguientes:

Elige un tipo de letra grande y legible [al menos 18 puntos en Ariel]; evita utilizar fuentes de texto extravagantes o texto en cursiva.

Utiliza texto en negrita, subrayado o de diferentes colores para resaltar los elementos de tu discurso que quieras destacar. Pero no exageres. Resalta sólo los elementos más importantes de tu presentación.

Deja espacio suficiente en tus notas para anotar pensamientos u observaciones adicionales antes y durante la presentación. Esto también es útil cuando escribas tus pensamientos en respuesta a una pregunta o para recordar una pregunta de varias partes [recuerda tener un bolígrafo contigo cuando hagas tu presentación].

Coloca una pista en el texto de tus notas para indicar cuándo pasar a la siguiente diapositiva, hacer clic en un enlace o realizar alguna otra acción, como por ejemplo, enlazar con un vídeo. Si lo consideras oportuno, incluye una indicación en tus notas si hay un momento de la presentación en el que quieres que el público se remita a un folleto.

Escriba las palabras difíciles fonéticamente y practique su pronunciación con antelación. Esto es especialmente importante para pronunciar con precisión los nombres de las personas, la terminología técnica o científica, las palabras en un idioma extranjero o cualquier palabra desconocida.

Organizar el contenido

Empieza por pensar en lo que quieres conseguir y en cómo vas a involucrar a tu público en la presentación.

A continuación haz una lluvia de ideas sobre el tema y escribe un borrador. No te dejes llevar, recuerda que tienes un tiempo limitado para tu presentación.

Organiza tu material y haz un borrador de lo que quieres decir [ver más abajo].

Resume tu borrador en puntos clave para escribirlos en las diapositivas de tu presentación y/o en las tarjetas de notas y/o en los folletos.

Prepara tus ayudas visuales.

Ensaya tu presentación y practica cómo completarla dentro del tiempo que te ha dado tu profesor. Pide a un amigo que te escuche y te tome el tiempo.

Esquema General

Introducción [puede escribirse al final]

Capta la atención de tus oyentes. Comienza con una pregunta, una historia divertida, una declaración provocativa o cualquier cosa que atraiga a tu audiencia y la haga pensar.

Exponga su propósito. Por ejemplo, “Voy a hablar de…”; “Esta mañana quiero explicar….”

Presenta un esquema de tu charla. Por ejemplo: “Me centraré en los siguientes puntos: En primer lugar… Luego… Esto nos llevará a… Y finalmente…”

El cuerpo

Presenta tus puntos principales uno a uno en un orden lógico.

Haz una pausa al final de cada punto. Da tiempo a la gente para que tome notas o para que piense en lo que estás diciendo.

Deja claro cuándo pasas a otro punto. Por ejemplo: “El siguiente punto es que…”; “Por supuesto, no debemos olvidar que…”; “Sin embargo, es importante darse cuenta de que….”

Utilice ejemplos claros para ilustrar sus puntos y/o conclusiones clave.

Si lo considera oportuno, considere la posibilidad de utilizar ayudas visuales para hacer su presentación más interesante [por ejemplo, un mapa, un gráfico, una imagen, un enlace a un vídeo, etc.].

La conclusión

Deje a su público con un resumen claro de todo lo que ha tratado.

Resuma de nuevo los puntos principales. Por ejemplo, utilice frases como: “Así que, en conclusión…”; “Para recapitular los temas principales…”, “En resumen, es importante darse cuenta….”

Reitera el propósito de tu charla y di que has conseguido tu objetivo: “Mi intención era…, y ahora debería estar claro que….”

No dejes que la charla se diluya. Deja claro que has llegado al final de la presentación.

Da las gracias al público e invita a hacer preguntas: “Gracias. ¿Hay alguna pregunta?”

Cuando preguntes a tu público si alguien tiene alguna pregunta, dale tiempo a la gente para que contemple lo que has dicho y formule una pregunta. Puede parecer una pausa incómoda esperar diez segundos más o menos para que alguien levante la mano, pero es frustrante que se te ocurra una pregunta pero se corte porque el presentador se apresuró a terminar la charla.

Si tu última diapositiva incluye información de contacto u otra información importante, déjala el tiempo suficiente para que los miembros del público tengan tiempo de anotar la información. No hay nada más frustrante para un miembro del público que querer anotar algo, pero que el presentador cierre las diapositivas inmediatamente después de terminar.

Últimas Recomendaciones

Cuando hagas tu presentación, ten en cuenta los siguientes puntos que te ayudarán a mantener la concentración y a garantizar que todo salga según lo previsto.

Preste atención al lenguaje.

Sé sencillo. El objetivo es comunicar, no presumir de vocabulario. Utilizar palabras o frases complejas aumenta las posibilidades de tropezar con una palabra y perder el hilo de la conversación.

Destaca los puntos clave. Asegúrate de que la gente se da cuenta de cuáles son los puntos clave de tu estudio. Repítalos utilizando una redacción diferente para ayudar a la audiencia a recordarlos.

Compruebe previamente la pronunciación de las palabras difíciles, inusuales o extranjeras. Hazlo de forma sencilla, pero si tienes que utilizar palabras desconocidas, escríbelas fonéticamente en tus notas y practica su pronunciación. Esto es especialmente importante a la hora de pronunciar nombres propios. Indique la definición de las palabras que no sean habituales o que se utilicen en un contexto determinado [por ejemplo, “Al utilizar el término respuesta afectiva, me refiero a…”].

Utilice su voz para comunicarse con claridad

Hable lo suficientemente alto como para que todos los presentes le oigan. Proyectar tu voz puede resultar incómodo al principio, pero si la gente no puede oírte, no intentará escucharte. Sin embargo, modere su voz si está hablando delante de un micrófono.

Habla despacio y con claridad. No te precipites. Hablar deprisa dificulta que la gente te entienda y denota nerviosismo.

Evite el uso de “rellenos”. Los lingüistas denominan “rellenos” a expresiones como “um”, “ah”, “ya sabes” y “como”. Se producen con mayor frecuencia durante las transiciones de una idea a otra y, si se expresan en exceso, distraen a la audiencia. Cuanto mejor conozca su presentación, mejor podrá controlar estos tics verbales.

Varía la calidad de tu voz. Si siempre utilizas el mismo volumen y tono [por ejemplo, todo alto, o todo bajo, o en un tono monótono] durante tu presentación, tu público dejará de escucharte. Utilice un tono y un volumen de voz más altos cuando comience un nuevo punto o cuando enfatice la transición a un nuevo punto.

Los oradores con acento tienen que ir más despacio [también lo hacen la mayoría de los demás]. Los hablantes no nativos suelen hablar en inglés más rápido que nosotros, los nativos de boca lenta, normalmente porque la mayoría de las lenguas no inglesas fluyen más rápido que el inglés. Reducir la velocidad ayuda a la audiencia a comprender lo que está diciendo.

Reduzca la velocidad en los puntos clave. Estos son también momentos de la presentación en los que se puede considerar el uso del lenguaje corporal, como los gestos con las manos o el abandono del podio para señalar una diapositiva, para ayudar a enfatizar los puntos clave.

Utiliza las pausas. No tengas miedo de los breves periodos de silencio. Te dan la oportunidad de ordenar tus pensamientos y a tu audiencia de pensar en lo que acabas de decir.

Utiliza también tu lenguaje corporal para comunicar

Manténgase erguido y cómodo. No se encorve ni arrastre los pies. Si pareces aburrido o desinteresado en lo que hablas, el público también lo imitará. Ponte algo cómodo. No es el momento de llevar un jersey de lana que pica o unos zapatos de tacón nuevos por primera vez.

Levanta la cabeza. Mira a tu alrededor y establece contacto visual con la gente del público [o al menos finge hacerlo]. No te limites a mirar al profesor o a tus notas todo el tiempo. Si miras a tu público, les harás partícipes de la conversación. Si no incluyes al público, no te escucharán.

Cuando hablas con tus amigos, utilizas de forma natural tus manos, tu expresión facial y tu cuerpo para añadir algo a tu comunicación. Hazlo también en tu presentación. Hará las cosas mucho más interesantes para el público.

No le des la espalda al público y no te muevas. Ni moverse ni quedarse quieto es malo. Practica cualquiera de los dos para sentirte cómodo. Incluso al señalar una diapositiva, no le des la espalda; ponte de lado y gira la cabeza hacia el público mientras hablas.

Mantenga las manos fuera del bolsillo. Este es un hábito natural al hablar. Una mano en el bolsillo da la impresión de estar relajado, pero las dos manos en los bolsillos parecen demasiado informales y deben evitarse.

Interactúe con el público

Sea consciente de cómo reacciona el público a su presentación. ¿Están interesados o aburridos? Si parecen confundidos, deténgase y pregúnteles [por ejemplo, “¿Hay algo que haya tratado hasta ahora que no esté claro?”]. Detente y vuelve a explicar un punto si es necesario.

Después de resaltar los puntos clave, compruebe si el público sigue con usted. “¿Tiene sentido?”; “¿Está claro?” No hagas esto a menudo durante la presentación pero, si el público parece desconectado, interrumpir tu charla para hacer una pregunta rápida puede volver a centrar su atención aunque nadie responda.

No te disculpes por nada. Si crees que algo será difícil de leer o entender, no lo uses. Si te disculpas por sentirte incómodo y nervioso, sólo conseguirás llamar la atención sobre el hecho de que te sientes incómodo y nervioso y tu público empezará a buscar esto, en lugar de centrarse en lo que estás diciendo.

Esté abierto a las preguntas. Si alguien hace una pregunta en medio de tu charla, respóndela. Si interrumpe momentáneamente tu hilo de pensamiento, no pasa nada porque tu público lo entenderá. Las preguntas demuestran que el público está escuchando con interés y, por lo tanto, no deben considerarse como un ataque a usted, sino como una búsqueda de colaboración para una comprensión más profunda.

Sin embargo, no te enzarces en una conversación prolongada con un miembro del público o el resto de la audiencia empezará a sentirse excluida. Si un miembro del público persiste, dile amablemente que el tema puede tratarse después de que hayas terminado el resto de tu presentación y hazle notar que su tema puede tratarse más adelante en tu presentación [puede que no sea así, pero al menos decirlo te permite seguir adelante].

Prepárate para iniciar el debate después de tu presentación. Los profesores suelen querer que se produzca un breve debate después de la presentación. Por si acaso nadie tiene nada que decir o nadie hace preguntas, prepárate para plantear a tu público algunas preguntas provocadoras o sacar a relucir cuestiones clave para el debate.

Las primeras palabras son las más importantes

Su introducción debe comenzar con algo que atraiga la atención de su público, como por ejemplo, una estadística interesante, una breve narración o historia, o una afirmación audaz y luego decirle claramente al público en una frase bien elaborada lo que planea lograr en su presentación. La frase introductoria debe estar construida de forma que invite al público a prestar atención a su mensaje y le dé una idea clara de la dirección que va a tomar.

Habla a tu público, no le leas

Una presentación no es lo mismo que un ensayo. Si lees tu presentación como si fuera un ensayo, es probable que tu público entienda muy poco de lo que dices y pierda rápidamente la concentración. Utiliza notas, tarjetas de referencia o transparencias como indicaciones que enfaticen los puntos clave, y habla a tu audiencia. Incluya a todo el mundo mirándoles y manteniendo un contacto visual regular [pero no les mire fijamente ni les fulmine con la mirada]. Limita la lectura del texto a las citas o a los puntos específicos que quieras destacar.

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Referencias Bibliográficas

Lucas, Stephen. The Art of Public Speaking. 12th edition. Boston, MA: McGraw-Hill Higher Education, 2015.

Amirian, Seyed Mohammad Reza and Elaheh Tavakoli. “Academic Oral Presentation Self-Efficacy: A Cross-Sectional Interdisciplinary Comparative Study.” Higher Education Research and Development 35 (December 2016): 1095-1110;

Peoples, Deborah Carter. Guidelines for Oral Presentations. Ohio Wesleyan University Libraries.

La Presentación Oral

La Presentación Oral. Foto: Unsplash. Créditos: Priscilla Du Preez @priscilladupreez

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