La validez, en la investigación social, evalúa el grado en que un estudio de investigación aborda la cuestión que se pretendía explorar. Se trata de saber si los conceptos utilizados en la investigación representan las nociones teóricas con las que la investigación está lidiando. Si alguien está investigando el grado de alienación entre los trabajadores, ¿es adecuado interpretar la alienación como una aversión a la gestión?

La validez es también un término utilizado en lógica para evaluar un argumento. En lógica, la forma de un argumento es válida precisamente si no puede llevar de premisas verdaderas a una conclusión falsa. Se dice que un argumento es válido si, en cada modelo en el que todas las premisas son verdaderas, la conclusión es verdadera. Por ejemplo: “Todos los A son B; algunos A son C; por tanto, algunos B son C” es una forma válida. No profundizaremos en este aspecto.

Preguntas a realizar para verificar la validez

Se pregunta si los conceptos teóricos se operacionalizan adecuadamente. Por ejemplo, si el concepto teórico que se está estudiando es la alienación, ¿es una operacionalización adecuada una pregunta que pregunte “¿es usted feliz?

Pregunta si los datos recogidos son apropiados como medida del concepto investigado. Por ejemplo, ¿el uso de Durkheim de las tasas de suicidio nacionales mide el alcance del suicidio en las diferentes comunidades religiosas?

Se pregunta si el instrumento de investigación que se utiliza es capaz de recoger los datos adecuados. Por ejemplo, ¿un grupo de discusión de pacientes proporcionará información sobre cómo perciben los pacientes su tratamiento?

Se pregunta si una escala (es decir, un dispositivo para combinar las respuestas a las preguntas para medir una actitud, disposición, propiedad o atributo, véase la sección xxx sobre escalas) o una prueba mide realmente lo que se supone que está midiendo. ¿Un test de CI mide la inteligencia o mide la capacidad de hacer tests de CI?

Extensión del Concepto de Validez

La discusión detallada de la noción de validez se extiende a otros ámbitos del debate metodológico, tanto a nivel metódico como epistemológico. Lo que sigue es, en ocasiones, complejo y puede requerir algunas desviaciones por parte del lector para explorar cuestiones específicas.

Gran parte del debate publicado sobre la validez parte de un enfoque positivista (normalmente cuantitativo) de la investigación social. La validez suele referirse a que las medidas parezcan medir el concepto para el que fueron diseñadas, o a que las operacionalizaciones representen adecuadamente los conceptos que se supone que representan. Muchas pruebas de validez, como veremos, consisten en crear escalas, es decir, un conjunto de preguntas que representan diferentes formas de expresar una variable y luego sumarlas de alguna manera, o comparar los resultados de las preguntas diseñadas como preguntas de control.

Sin embargo, la validez depende del enfoque epistemológico que se adopte, por lo que existen otros análisis (aparte de la perspectiva positivista) de la validez desde un enfoque fenomenológico o crítico. Lo que es válido para un positivista no es necesariamente lo mismo para un fenomenólogo o un investigador social crítico. Comenzaremos con los relatos positivistas habituales.

Enfoque positivista de la validez

No existe una solución sencilla para la cuestión de si una investigación es válida. Los positivistas utilizan diversas formas de evaluar la validez. Por lo general, la cuestión no es si la investigación es válida o no, sino un intento de explorar el grado en que es válida.

Se podría argumentar que la validez es un estado binario y que si la investigación no es válida en todos los aspectos, debe ser inválida. Una línea así invalidaría prácticamente todas las ciencias sociales y la mayoría de las ciencias naturales de vanguardia.

Los positivistas se refieren a una serie de aspectos de la validez y sugieren pruebas para examinar cada aspecto. Aunque estos diferentes aspectos se centran en distintos elementos de la validez desde una perspectiva positivista, no hay ni mucho menos un acuerdo universal sobre las distintas categorías y éstas se solapan. Por lo tanto, como estudiante, no es esencial que aprenda todas las formas positivistas de construir la validez, sino que sea consciente de que existen y, lo que es más importante, de que no son simples categorías discretas en las que el concepto de validez pueda dividirse claramente.

Para un positivista, lo más importante es tener en cuenta que la validez consiste en saber si la investigación mide lo que se propone medir y si no hay errores lógicos al extraer conclusiones de los datos.

Enfoque fenomenológico de la validez

Los enfoques fenomenológicos de la validez no se preocupan por establecer si las medidas de los objetos, atributos, acontecimientos o acciones se corresponden con el mundo objetivo. Aceptan que el conocimiento del mundo externo se construye y, en general, se preocupan más por que las interpretaciones realizadas por los investigadores coincidan con los significados construidos por los actores sociales.

A diferencia de los positivistas, que intentan construir una distancia entre el investigador y el sujeto, la investigación fenomenológica toma el compromiso con el sujeto como un elemento importante del proceso de interpretación del mundo. Los positivistas piensan que la implicación con los sujetos de la investigación reduce la validez. Los fenomenólogos opinan lo contrario y que negar el propio papel dentro de la investigación compromete la validez.

Los investigadores sociales fenomenológicos adoptan diversas posturas sobre la conveniencia y los medios de comprometerse con el concepto de validez.

Algunos enfoques

Algunos fenomenólogos han argumentado que es necesaria alguna forma de validación, al menos para convencer a otros del valor de la investigación.

Waters (1993)sostienen que la validez (y la fiabilidad) siguen siendo conceptos adecuados en la investigación fenomenológica y que ignorarlos margina los estudios cualitativos.

Macionis y Plummer (1997) sostienen que es importante que el análisis de los datos cualitativos sea fiable y válido y que se lleve a cabo de forma rigurosa, sobre todo teniendo en cuenta la crítica habitual de que los resultados cualitativos son anecdóticos.

Abulard (2007) describe su punto de vista sobre la investigación fenomenológica como “si se ha investigado de hecho lo que se deseaba investigar”, lo que no difiere sustancialmente del punto de vista positivista descrito anteriormente.

Enfoque Sistemático de la Validez

Lukiv (2004) propone que la validez puede lograrse mediante un enfoque sistemático:

La investigación fenomenológica, por otra parte, aunque también explora los fenómenos a través de cualquier información que parezca oportuna, debe seguir una metodología sistemática que, descrita en su totalidad, aborde el sesgo, la recogida de datos, el análisis, la interpretación y, si es necesario, las preocupaciones éticas y los procedimientos de muestreo. Una metodología sistemática puede establecer la validez de un estudio.

Otros cuestionan la idoneidad de la noción de validez, argumentando que se trata de un constructo positivista impuesto a la investigación fenomenológica. Beck et al. (1994) y Le Roux (2006), por ejemplo, sostienen que la investigación fenomenológica está muy influida por el positivismo en su adhesión a nociones como la de validez. Para Le Roux, esto compromete el enfoque fenomenológico y aleja la atención del antipositivismo de la investigación fenomenológica:

Aunque los investigadores cualitativos sostienen que estos constructos [validez y fiabilidad] deben ser revisados para su uso en un enfoque interpretativo (cualitativo) (Golafshani, 2003:597) y, que los “cánones habituales de la “buena ciencia” requieren una redefinición para ajustarse a las realidades de la investigación cualitativa” (Strauss y Corbin, 1990: 250) la mera inclinación a tener diferentes “reglas” para describir estas cuestiones en la investigación cualitativa, apunta a una influencia positivista encubierta. Además, el hecho de que la investigación cualitativa sienta que necesita hacer frente a la crítica de que es anecdótica (y, por tanto, a la necesidad de rigor en su realización) es una justificación no tan encubierta de la contribución de la investigación cualitativa mediante el uso de reglas “precisas” sancionadas por el paradigma que se aceptan como prueba de “buena investigación”.

El problema de la Validez

Magnusson y Westberg (2003) se preguntan: “¿Es el problema de la validez incluso “válido” cuando se hace fenomenología?”.

Amedeo (2002) sostiene que la validez en la investigación fenomenológica es una función de la disciplina y subcampo del investigador y de la filosofía de la ciencia adoptada. Sostiene que la validez no tiene el mismo papel dentro de una filosofía fenomenológica de la ciencia que dentro del positivismo y, de hecho, no es particularmente importante en los enfoques fenomenológicos husserlianos.

También hay una opinión que dice que la validez de la investigación fenomenológica está supeditada a que capte la singularidad de las percepciones individuales. La idea misma de validez, desde un punto de vista interpretativo, por ejemplo, es inconsistente con la unicidad de las percepciones y experiencias individuales. La validez se basa en los supuestos positivistas sobre la verdad y el conocimiento, que valoran las ideas y creencias que tienen consistencia y persistencia en el tiempo. Esto es incompatible con la singularidad de la experiencia humana que los enfoques fenomenológicos pretenden captar.

A continuación se examinan las formas en que se demuestra la validez en la investigación cualitativa, en lugar de enmarcarse como formas de validez potencialmente medibles, como se hace en el enfoque positivista, el enfoque fenomenológico enmarca la validez como basada en la verosimilitud, la credibilidad y la confiabilidad.

Enfoque crítico de la investigación social

La investigación social crítica, en su intento de escarbar bajo la superficie de las apariencias, considera sospechosa la noción positivista de validez, ya que está diseñada fundamentalmente para hacer coincidir las mediciones con una supuesta realidad objetiva. Macionis, y Plummer (1997), por ejemplo, argumentaron que las nociones de validez interna y externa utilizadas por los positivistas no eran apropiadas para la investigación crítica. Ellos, de manera similar a algunos fenomenólogos, adoptan la noción de confiabilidad, porque, para ellos, la investigación crítica tiene que ver con la credibilidad. Sin embargo, admiten que la evaluación de la fiabilidad no es fácil de hacer.

Los investigadores críticos otorgan credibilidad sólo cuando las construcciones son plausibles para quienes las construyeron, e incluso entonces puede haber desacuerdo, pues el investigador puede ver los efectos de la opresión en las construcciones de los investigados. Por lo tanto, resulta extremadamente difícil medir la fiabilidad de la investigación crítica. No se puede desarrollar un cociente de confianza (TQ) (Macionis, y Plummer, 1997)

Otra similitud con los enfoques fenomenológicos (y de hecho parece reflejar algunas nociones positivistas de validez) es la idea de que la investigación crítica debe, al ser emancipadora, ser reconocida por los sujetos como un reflejo de sus experiencias (Macionis, y Plummer 1997).

Validez catalítica

Lather (2006) sostuvo que la investigación social crítica debe ser rigurosa y los datos deben ser creíbles. Sin embargo, a pesar de las implicaciones positivistas, su llamamiento fue a la investigación praxiológica pertinente (véase la sección 2.4.2.4) .

Para Lather, la investigación crítica consiste en empoderar “al investigado, para construir una teoría emancipadora”, pero al hacerlo es importante “avanzar hacia el establecimiento de la credibilidad de los datos dentro de la investigación de defensa orientada a la praxis” ( p. 272).

Propuso la “validez catalítica” como medida de validez en la investigación crítica. Para Lather, la validez catalítica representa el grado en que el proceso de investigación reorienta, enfoca y dinamiza a los participantes hacia el conocimiento de la realidad para transformarla. . . Los esfuerzos para producir un conocimiento social que haga avanzar la lucha por un mundo más equitativo deben perseguir tanto el rigor como la relevancia. (p. 272).

El Rigor y la Credibilidad de los Datos

Para Lather, la validez catalizadora se refiere a la investigación que no sólo muestra el impacto del proceso de investigación que altera la realidad, sino que también capacita a los sujetos de la investigación para “ganar autocomprensión y autodirección”. A su noción de validez catalítica, Lather (2006) añade otros tres elementos que considera que garantizan el rigor y la credibilidad de los datos:

  • La triangulación de métodos, fuentes de datos y teorías
  • La subjetividad reflexiva; la documentación de cómo los supuestos del investigador se relacionan con los datos;
  • La validez aparente, establecida mediante el reciclaje de las categorías, el análisis emergente y las conclusiones a través de al menos una submuestra de encuestados.

No se ha publicado mucho sobre cuestiones de validez en la investigación social crítica, en parte porque el concepto de validez está muy imbuido de las nociones positivistas de realidad objetiva y distanciamiento del investigador. Como tal, no es un concepto para los investigadores críticos, que están más preocupados por comprometerse con la llamada realidad objetiva y desmontarla. Además, los investigadores críticos no suscriben la noción de investigador desapegado; para ellos, la investigación consiste en cambiar el mundo.

Lather (2006) reconoce los problemas metodológicos feministas “en relación tanto con la validez de las pretensiones de verdad como con el conflicto con los valores feministas”. Sin embargo, insiste en que “cuando existen relaciones no jerárquicas entre el investigador y el investigado, los datos resultantes son intrínsecamente más válidos.

Conclusión

La validez consiste en demostrar que se investiga lo que se pretende investigar y que se es explícito en lo que se ha hecho.

La cuestión principal de este debate sobre la validez es que, al emprender una investigación, siempre hay que ser escrupuloso en el enfoque adoptado, evitar los errores de bulto, explicar cómo se conceptualiza el tema y presentar las pruebas de forma que convenzan al público. Diferentes audiencias necesitan diferentes tipos de presentación para ser convencidas.

Por último, no te preocupes por definir y diferenciar los tipos de validez. Es más importante ser crítico (en sentido positivo) con cualquier investigación y ser autocrítico con la propia.

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Referencias Bibliográficas

Abulard, R.E., 2007, What is Hermeneutics? Kritike 1(2), pp. 11–23, available at http://www.kritike.org/journal/issue_2/abulad_december2007.pdf (accessed 28 May 2017, not found 16 June 2019).

Lather, P. (2006): Paradigm proliferation as a good thing to think with: teaching research in education as a wild profusion. International Journal of Qualitative Studies in Education,19 (1), pp. 35-57. PDF del original en inglés disponible en: https://www.researchgate.net/publication/228340033_Paradigm_proliferation_as_a_good_thing_to_think_with_Teaching_research_in_education_as_a_wild_profusion

Macionis, J.J. and Plummer, S., 1985, 1997, Sociology – A Global Introduction. Prentice Hall.

Waters, M., 1993, Modern Sociological Theory. London, Sage.

Validez en la Investigación Cualitativa

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